Querido Diario- flashback 198? Un día mágico

Era temprano en la mañana cuando llegamos. Incluso a través de las sucias ventanillas del autobús pude ver el cielo azul. Era un tono de azul que nunca antes había visto en este mundo.
No me había importado el viaje en autobús de 18 horas, era buena viajando, pero en el momento en que llegué no podía esperar para saltar del autobús, esperé mientras mi madre, mi abuela, mi tía y mi prima tardaban una eternidad en recoger sus cosas. Solo quería salir y no podía esperar para explorar España.
Una vez que dejamos el bus me paré en la acera con mi maleta a mi lado, el calor español casi me derrite, tuve la abrumadora sensación de “conocer” el lugar. De alguna manera me sentí como si estuviera casi en casa.

Sé cuando está pasando algo “extraño” y solo conozco que este lugar, esta ciudad de España es diferente.
Nuestro representante de vacaciones invitó a todos del autobús a un bar para una reunión de bienvenida y para explicarnos un poco sobre el pueblo de la Costa Brava donde habíamos llegado. Ella dijo que era un pueblo de pescadores con un largo paseo que ahora se había vuelto popular entre los turistas.
El bar es oscuro, es un bar inglés llamado Jollies bar, escondido justo al lado de la calle principal a la que habíamos llegado. Tenía dos terrazas soleadas, una con vistas a la piscina y otra más grande en la parte trasera que conducía a un camino de tierra. Sobre la mesa había jarras de sangría para los adultos como parte de su reunión de bienvenida. No me permitieron la sangría porque solo tengo diez años, pero con todas las rodajas de limones y naranjas quiero un probarlo. La última vez que vi un limón fue cuando estaba con mi madre en Chipre.
Nuestro representante nos dio una charla sobre nuestros apartamentos de vacaciones, se habló en detalle de cosas como las botellas de gas de color naranja y cómo entrar en el apartamento. Solo quería saltar a la piscina. Y lo hice.
Mientras mi madre, mi tía y mi prima estaban en el bar y mi abuela se fue a descansar del largo viaje, me sumergí en el agua azul brillante y nadé durante horas.
Algo sobre el agua, el aire, el cielo azul. Algo sobre el lugar al que había llegado me sentía mágico.
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Esto es de un diario muy antiguo y fue el primer día que mi familia y yo vinimos a España de vacaciones. Tenía razón sobre cómo me sentía y sobre algo mágico. Pasé a vivir más de 20 años en esa pueblo y sigo en España todos estos años después y sin duda España se ha convertido en mi hogar. No puedo imaginar mi vida sin esas vacaciones y si no hubiéramos terminado en España. No puedo imaginarlo porque nunca iba a suceder. Mi destino era vivir en España y ese primer día de llegada fue tan mágico como lo sentí.
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